Diario de Verso
Jueves 9 de marzo de 2006
Comprendió, más tarde,
que la dificultad de tañir las cuerdas vocales
con ciertas consonantes - distintos sonidos con los mismos acordes-
venia de entonces.
De aquel tiempo le quedö
un regusto de silencio en la garganta
que no podrá borrar con ninguna bebida;
un como aleteo de vacio en el estómago
que no podra llenar con ningun abrazo;
un gusto por acariciar las mesas propensas a partir,
la mania de probar los pasos antes de llegar,
los restos de algunos sabores en el bolso
y esta dificultad de masticar los verbos
aliñados en primera persona.
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